7.1.09

Fabricar pobres es fabricar esclavos


Venezuela es un pobre país rico, un país donde un número cada vez más creciente de ciudadanos están arrinconados por la pobreza, mientras los oligarcas del Estado y los chupadores de oficio se convierten en magnates.

Es un país zambullido en una pobreza abandonada, vejada, despreciada.

Se vendió este gobierno como el "Gobierno de los pobres". Y lo es.

Este gobierno fabrica pobreza. Le conviene.

Fabricar pobres es fabricar esclavos.

Hay que quitarle los estereotipos a la pobreza y a los pobres.

Urge dejar de tener una actitud lastimera y farsante frente a tan grave problema social.

Urge abandonar el desgastante asunto de desprendernos de las migajas.

Dar lo que nos sobra no es compartir, es dar limosna.

Hay que dejar de preocuparnos y pasar al ejercicio de ocuparnos, sin tanta jaculatoria, sin tanto discursito empalagoso que se dice mientras se piensa en campanear un güisquicito.

Basta de decir bobadas.

Basta de decir que es bueno ser pobre.

Basta mirar a la pobreza como un sino ineludible.

Basta de cacarear frases grandilocuentes.

Basta de la regaladera a otros mientras en la casa hay hambre.

Cada conciudadano pobre es una escandalosa vergüenza para todos los habitantes de esta tierra de gracia. Los pobres no quieren ser pobres. Pero muchos no saben o no encuentran cómo dejar de ser pobres.

Muchos son carentes de dinero pero abundantes en virtudes.

Muchos ricos son indigentes morales e intelectuales. Su alma está en franca bancarrota.

Pero si es grave que algunos ciudadanos carezcan de la más mínima inteligencia emocional, mucho peor es que tengamos gobernantes, legisladores y jueces que miran a los pobres como gallina que mira sal. Se hace caso omiso a las voces de alerta. Las alarmas están encendidas, y son ignoradas.

Por este camino el país se nos hunde en las arenas movedizas de la miseria. Y entonces, nos tragarán a todos.

Se tragarán a ricos y pobres.

Y entonces, alguien, algún catedrático en alguna universidad del mundo, escribirá un ensayo, un papel de trabajo, una obra dolorosa, en cuyo prefacio se leerá: "De cómo los venezolanos quedaron todos hundidos en la pobreza, por no haber hecho nada para solucionar lo que había detrás de la pobreza".

Mientras en Venezuela gobiernen los pobres de alma, mientras manden los pobres de inteligencia social y moral, habrá pobres de barriga, pobres de futuro.

Soledad Morillo Belloso

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