23.1.08

De cada diez personas, seis son muy pobres


Escribe Karina:

La pobreza en su grado extremo es propulsora de grandes y profundos temas en los que se han inspirado filósofos, economistas, novelistas, poetas... Han sido la bandera que con más insistencia se ha levando en el decurso de la historia.

No es la primera vez que están de moda y no es sólo ahora cuando pasan hambre y todo tipo de carencias e infelicidades.

Una de las tantas organizaciones humanitarias radicadas en Londres, nos dice que….”en los últimos años es indudable que la pobreza ha ido en aumento, ha ganado terreno hasta el punto que ha retrasado el progreso social de los pueblos y por ende profundizando la miseria de los mismos”….

Un politólogo ya nos dijo que “….el problema de la pobreza suscita siempre más interés durante las campañas electorales. Los candidatos quieren mostrar que son sensibles a los problemas de los pobres, incluso aquellos que no piensan hacer de ello su prioridad una vez electos”….

"Se busca reducir la brecha entre ricos y pobres, advirtiendo que la creciente desigualdad pone en peligro la paz del mundo, así como la pérdida de valores esenciales y la escalada de cultura de la muerte.”

Los que pueden resolver están decididamente al lado de los pobres, sí, pero aún mas de los miserables, de los desahuciados, de los que escarban los basureros y viven revolcados en el fango del lodo y la inmundicia, sobre todo desde que cae el más mínimo aguacero en sus paupérrimas aglomeraciones habitacionales.
Si hay un peligro mayúsculo que amenaza la estabilidad social de nuestros pueblos en estos momentos es la miseria; decimos miseria para empezar por lo último, desde le extremo ya antes de llegar a la miseria están las estrecheces, están las dificultades económicas, las carestías, el desempleo, el mal comer y mal vivir.

Desde tiempo que se pierden en las brumas, de cada diez personas seis son muy pobres, tres pobres, del uno restante, la mitad se defiende y la otra mitad nada en la abundancia.

Entre los tantos medios de lucha para salir de esa vorágine se ha levantado la bandera de la reconvención intelectual, la bandera del análisis sociológico, del ensayo económico, de la motivación concientista, tanto así que desde tiempo inmemoriales se viene librando por una verdadera justicia social, que ahora se nos ocurre preguntarnos como alguien ya alguna vez se interrogara:

¿Qué de los sufrimientos de esos que viven en la miseria?....

¿Qué de los dolores, los fracasos, las esperas interminables, las enfermedades, las neurastenias?

¿Qué del hambre y de las injusticias?....

Díganme donde están enterrados los propósitos milenarios para acabar con todo eso, para irnos a rendirles un postrer tributo”…. (texto editado)

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